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PARA EMPEZAR

La palabra “AHORRO” etimológicamente proviene del árabe y significa “libre” en oposición a ser un esclavo. AHORRAR supone responsabilidad, orden y prudencia. Además, genera autonomía e independencia. Libertad de cara al futuro.  
La Congregación para los Institutos de Vida Consagrada (CIVCSVA) en su documento “Economía al servicio del carisma y de la misión” llama a la planificación y responsabilidad como instrumentos de gestión esenciales para las instituciones de la Iglesia.
Desde Alveus queremos ayudar, partiendo de estos principios,  a que las instituciones se libren de un esfuerzo o un gasto que, poco a poco,  les aleja de su sostenibilidad y de su Misión.

POR DONDE NOS MOVEMOS

En Alveus entendemos que cada céntimo ahorrado contribuye a la sostenibilidad de la Misión de cada Institución.
Ahorrar es parte fundamental de una gestión correcta de nuestra economía.  Comenzando por el ahorro casi siempre posible que se desprende de un análisis objetivo de nuestro balance y nuestra cuenta de resultados. ¿Podría reducirse algún gasto operativo? ¿Podríamos reducir gastos financieros mejorando las condiciones de nuestra deuda? …   Pero también se nos “escapa” mucho más de lo que nos imaginamos en los costes asociados a  nuestra cartera de  inversión. Múltiples comisiones que por lo general exceden lo que deberíamos admitir como justo. La pregunta fundamental a la que tenemos que dar respuesta es: ¿cuál es el coste total anual de este servicio?
Debemos cuidarnos de la industrialización en la gestión y apostar por un método de gestión integral, consciente de la importancia de ahorrar costes, que tenga en cuenta criterios éticos y sea absolutamente transparente.
En definitiva, cada céntimo suma.

QUÉ DICE LA IGLESIA.

Del mismo documento ya citado de CIVCSVA extraemos dos párrafos que hablan por sí solos.
“Una obra es, por tanto, sostenible cuando mantiene un justo equilibrio económico y valora los recursos disponibles de forma adecuada”.
“En el uso y la gestión de los recursos  financieros que nos sean inmediatamente necesarios para la actividad del Instituto (llamados inversiones financieras), se ha de ser consciente de la complejidad técnica de los procedimientos de mercado y se han de respetar los criterios adecuados de prudencia en la selección de los productos financieros disponibles. Se verifique la legalidad del procedimiento y los aspectos éticos de la inversión, prestando especial atención a la finalidad institucional del Instituto y a las necesidades de  seguridad social de sus miembros.” 

CÓMO LO APLICAMOS.

Comenzamos por estudiar posibles mejoras a partir del análisis de los estados financieros de cada institución. De este  estudio se deriva un beneficio adicional esencial en el trabajo de Alveus: un mejor conocimiento de las necesidades financieras a las que debe hacer frente una buena gestión patrimonial.  Solo así  podremos decidir sobre una estrategia de inversión acorde con dichas necesidades. Regresemos a los gastos. La experiencia nos dice que es muy habitual pagar entre un 2% y 3% anual de gastos y comisiones por el asesoramiento y/o gestión de una cartera. Esta cifra hace muy difícil alcanzar una rentabilidad razonable a medio plazo en nuestras inversiones, especialmente en el entorno actual de tipos de interés negativos.
La buena noticia es que es posible reducir estos costes sin perjudicar ni la calidad del servicio ni la de los productos contratados. De hecho, en Alveus creemos que no es necesario superar el 1% anual  de gastos; todo incluido, servicio, productos y otros gastos. 
Se puede actuar sobre diversas “palancas” para lograr este ahorro.  Un buen banco custodio,  productos adecuados, un asesoramiento de calidad a un precio correcto  y, siempre, información clara y regular que nos permita tomar decisiones en cada momento.   

DESDE LA REALIDAD

Vemos con mucha frecuencia que, ya sea por falta de agregación de la cartera o simplemente por falta de información y capacidad de análisis sobre alternativas de inversión, se invierte en fondos con comisiones muy elevadas, cuando fácilmente podríamos acceder a una clase del mismo fondo con mejores comisiones o a fondos equivalentes en mejores condiciones.
Aplicando las medidas adecuadas en cada institución, se puede llegar a reducir los costes en comisiones anuales hasta un 1%. Esto, en 10 años con una cartera de 1 millón de euros que ha obtenido un 5% anual, supone un ahorro superior a 200.000 €.

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