El ataque perpetrado por Rusia y la forma de llevarlo a cabo está provocando una gran crisis humanitaria, civiles que tratan de huir del desastre de la guerra, familias rotas y el miedo a un ataque nuclear. Esto no es un conflicto más: es una vuelta a la guerra fría, un intento de cambio de la hegemonía mundial donde Rusia y China (por su inacción) tratan de posicionarse frente a occidente: La guerra de los mundos. Esta dura realidad que está haciendo que tiemblen los mercados podría arrastrarnos a una preocupante “estanflación”.
¿Qué es la estanflación?
La estanflación viene de la unión de dos palabras, ESTANCAMIENTO + INFLACIÓN dos fenómenos que en economía no son compatibles. Se produce al coincidir un estancamiento en el crecimiento económico con un proceso de inflación elevada. Antes del inicio de la guerra, la situación en occidente era tal que los países se veían en el desafío de controlar la inflación por medio de subidas de tipos y retiradas de estímulo, procurando no dañar el crecimiento que venían experimentando las economías. Sin embargo, la situación ha empeorado: la guerra está haciendo que la inflación se alargue en el tiempo, de modo que los estados tienen que combatirla en un entorno de mercado donde el crecimiento puede verse perjudicado.
La guerra está empujando a las materias primas a una escalada de precios inimaginable, desde hace unos meses. El índice S&P Goldman Sachs Commodity Index lleva una subida en el año del 40% (incluye el precio de los hidrocarburos, así como el de los cereales, metales industriales y preciosos, etc). Esto implica que el coste de casi cualquier producto final se va a ver afectado con unos precios al alza.
La estanflación es un problema complejo: las medidas clásicas para combatir el estancamiento y la inflación no suelen funcionar. Los bancos centrales lo tienen muy difícil a la hora de ajustar los tipos de interés: si optan por subir los tipos para combatir la inflación, bajará el consumo y en consecuencia, bajará el crecimiento económico, y si optan por bajar los tipos para fomentar el crecimiento, la inflación se mantendrá elevada.
¿Cómo posicionarse en este entorno?

En este contexto, los activos alternativos, el oro, las materias primas, el private equity y la inversión inmobiliaria siguen demostrando su buen hacer y su gran aportación a la rentabilidad. El oro, al considerarse activo refugio tiende a apreciarse en tiempos de incertidumbre. Inmobiliario, ofrece cobertura frente a la inflación con el aumento de contratos de alquiler y el precio de inmuebles.
En Alveus sabemos que una cartera robusta y bien diversificada (tipo de activo, familia de riesgo, divisa, etc) permite sortear de manera satisfactoria la mayoría de los entornos de mercado.