La bola de cristal es utilizada como instrumento para la clarividencia, y sirve para interpretar el futuro. Para que realmente funcione se ha de tener el don de la videncia. En Alveus, no poseemos este don pero sí disponemos de sentido común. No sabemos qué harán los mercados ni mañana ni en 12 meses, pero si analizamos la situación económica pensamos que el momento actual puede ser muy propicio para obtener una rentabilidad atractiva a largo plazo. Es el momento adecuado para no mirar el presente, sino interpretar el futuro.
Principio de una empresa
La razón de ser de una empresa no es otra que generar beneficios. Beneficios que se verán afectados por, entre otras causas, la evolución del contexto macroeconómico. Cuando las expectativas macro son buenas, se esperan beneficios elevados y, por tanto, los precios de las empresas (sus acciones) serán elevados al ofrecer mayores expectativas de retorno. Por contra, cuando las expectativas macro son negativas, se espera menos beneficio y, por lo tanto, los precios serán menores.
A la hora de comprar algo, ¿no es preferible hacerlo cuando “está barato”? Igual sucede con las acciones, donde el potencial de revalorización será mayor. Esto lo vemos en el PER, ratio entre el precio y los beneficios, que está alcanzando niveles mínimos desde 2010.

¿Y qué hay de la renta fija?
La rentabilidad de los bonos viene dada por dos componentes (con permiso del plazo): los tipos de interés libre de riesgo y los diferenciales de crédito. El primero, se encuentra actualmente tensionado por las subidas de tipos y la retirada de estímulos llevada a cabo por los bancos centrales. El segundo, lo está por la incertidumbre macroeconómica que hace poner en duda la solvencia de las empresas. Siendo así, ¿sería una oportunidad incrementar posiciones (con buenos fundamentales) a largo plazo aprovechando la tensión del mercado y los tipos altos? El riesgo asumido parece que compensa al ver la rentabilidad que ofrecen ahora los bonos…Como conclusión, tanto la renta fija como la renta variable, se posicionan como un valor atractivo en el largo plazo, gracias al elevado devengo de interés de la renta fija y al descuento que encontramos en la renta variable.
